Hoy viernes 30 de septiembre está convocada legalmente una huelga indefinida en «La nueva fábrica de radares de Indra en San Fernando de Henares”, los motivos por los cuales los trabajadores del centro han decidido llegar a este incomodo desenlace son muchos. La mala categorización profesional de los trabajadores, el maltrato personal y humano, y la implantación de un nuevo sistema productivo sin depurar, no nos están dejando ningún beneficio ni mejora en la producción.
Es un centro plagado de profesionales del sector con una gran formación, experiencia y profesionalidad, según su denominación “mano de obra directa”; dichos profesionales están desarrollando trabajos muy complejos y específicos con funciones superiores a su categoría, los salarios no corresponden a la complejidad del trabajo realizado (muy por debajo de la media del sector) y las posibilidades de promoción y formación son inexistentes.
Es increíble que una multinacional española que cotiza en el IBEX·35 desde el siglo pasado, con más de 50.000 empleados y una participación del 27% del SEPI con miles de millones de beneficios, permita que los empleados de este centro tengan sueldos y condiciones laborales del siglo pasado.
En dicho centro de trabajo se aplica el Convenio de Industria, Servicios e Instalaciones del Metal de la Comunidad de Madrid, existiendo una alta proporción de trabajadores adscritos a G7 y G5 realizando tareas de G3, muchos G3 hacen tareas de G2 y así todos, mal clasificados menos la gran cantidad de jefes, encargados y mandos intermedios que están su gran mayoría adscritos en el grupo G1 y G2.
Estos son los porcentajes de una plantilla de 192 trabajadores:
Grupo Trabajadores %
G1 23 11.9
G2 24 12.5
G3 22 11.4
G4 33 16.6
G5 49 25.5
G6 16 8.3
G7 25 13.2
Esperemos que esta medida tan drástica nos de visibilidad y haga recapacitar a la gran cantidad de altos cargos e inversores sobre las medidas que se están tomando bien por ignorancia como por mala praxis.
Que no se olvide el esfuerzo de cada uno de los trabajadores de Indra-Guarnicioneros, que consiguen que año tras año esta empresa aumente sus beneficios.